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Propuesta para la rehabilitación de las Viviendas Protegidas de Jaén

Protegidas
Un patrimonio convertido en paisaje

 

Este trabajo expone la historia y evolución del conjunto de las cuatro manzanas que componen el barrio de las Viviendas Protegidas en la ciudad de Jaén, así como el proceso de protección llevado a cabo por la Junta de Andalucía en el año 2006, que dio lugar a un concurso de propuestas para la rehabilitación de esta barriada jiennense, dos de cuyas propuestas se exponen a continuación. También se analizan los valores históricos, arquitectónicos y urbanísticos que convierten este conjunto edificado en un patrimonio de arquitectura del siglo XX, que es necesario gestionar y administrar para su legado a generaciones futuras.

Las Viviendas Protegidas de Jaén fueron una consecuencia de la Ley de Protección a la Vivienda de 19 de abril de 1939. En esa ley se definía como “vivienda protegida” aquella que, siendo de renta reducida, estuviera incluida en los planes generales formulados por el Instituto Nacional de la Vivienda (INV) y se construyera con arreglo a las condiciones higiénicas, técnicas y económicas determinadas por las ordenanzas que se dictasen al efecto. Las viviendas podían ser cedidas gratuitamente, en alquiler o vendidas al contado y a plazos.

En la ciudad de Jaén, la primera construcción de este tipo de viviendas obedeció a una iniciativa del alcalde, el médico Juan Pedro Gutiérrez Higueras, que puso en marcha en la década de los años cuarenta, un ambicioso plan para la ejecución del primer Plan de Ensanche de Jaén, redactado en 1927 por el arquitecto Luis Berges Martínez; un plan cuyo desarrollo inicial fue frustrado por la guerra civil y el posterior fallecimiento del arquitecto. Durante la posguerra el crecimiento de Jaén se basó en aquel plan, eligiéndose para la ubicación de las “Casas Baratas y para Obreros” una zona del nuevo ensanche, cambiando la morfología y tipología de las viviendas, primero por motivos económicos y después para adaptarse a la normativa del INV.

 

Plan de ensanche de Jaén, Luis Berges. 1927

 

El nuevo barrio de las “Viviendas Protegidas de la Victoria” -como se comenzó a llamar a partir de 1940- iba a quedar delimitado por los dos grandes ejes existentes en la ciudad desde el siglo XIX, el Paseo de la Estación y la Carretera de Madrid. Al Norte lindaría con el nuevo campo de fútbol y al Sur con el Parque de la Victoria. La construcción de estas edificaciones supuso plantear un ejemplar modelo de ciudad en el que la relación entre densidad de población, lo construido, las zonas verdes y el espacio público, estaba cuidadosamente dimensionada. Con una edificabilidad media en torno a los 2 m2/m2 y una densidad de 160 viviendas por hectárea, es un modelo que remite a los ejemplos más avanzados de viviendas sociales que se construyeron en la Europa de entreguerras. Unos proyectos en los que se ensayaron soluciones urbanas y tipológicas destinadas a la construcción de vivienda social con unos condicionantes técnicos y económicos que no renunciaron a introducir espacio libre comunitario en el interior de la edificación.

Tanto los proyectos de la Escuela de Ámsterdam como los que se realizan en la Viena Roja o en Berlín, buscan una reformulación de la manzana clásica pero mejorando sus condiciones técnicas, higiénicas y ambientales, sin renunciar nunca a la definición de una clara y contundente imagen formal de la manzana de vivienda social.

El nuevo barrio de ensanche, construido en Jaén durante la posguerra, se hace eco de esas experiencias europeas en vivienda social y espacio comunitario. Por vez primera, en la capital giennense se construyen unas viviendas donde la preocupación básica era que todas las estancias estuvieran iluminadas y soleadas, dispusieran de ventilación cruzada, tuvieran baño independiente, además de una novedosa estancia denominada “cocina económica”, donde había un mueble metálico negro que servía para cocinar todavía con leña.

El tipo básico que se adoptó fue una vivienda en doble crujía con un fondo máximo de nueve metros. El exterior se reservaba para las dependencias y dormitorios mayores y la crujía interior se destinaba a cocinas, aseos, lavaderos o dormitorios menores. Con el mismo tipo se proponían diferentes tamaños de vivienda relacionados con la categoría laboral de los trabajadores que las iban a habitar. Por ejemplo, en el grupo La Victoria hay tres tamaños de casas: el mayor fue destinado a los funcionarios técnicos de la Diputación, tenía seis estancias además de cocina, lavadero, baño, aseo y recibidor. El tipo B era para funcionarios administrativos, estaba dotado con tres dormitorios, comedor-estar, cocina, lavadero, baño y aseo. Por último, el tipo C fue para trabajadores con salarios inferiores a 5.000 pesetas y consistía en una vivienda mínima sin pasillo, con cocina-comedor en el centro que era, a la vez, distribuidor de los tres dormitorios de la casa .

Las viviendas se agrupan a razón de dos por planta en torno a una escalera de comunicación vertical a la que se accede desde la calle y desde el patio interior. Un esquema que se va repitiendo plegándose sobre sí mismo, resguardando el espacio interior y creando el perímetro exterior que define las alineaciones a las calles del barrio. La altura máxima de las edificaciones varía entre cuatro y cinco alturas, dependiendo de la pendiente del terreno pero procurando siempre que el lado sur de la manzana –normalmente el de menor longitud– no supere las dos plantas para permitir el máximo soleamiento en el interior de los patios.

 

Vista general del barrio de las Viviendas Protegidas de Jaén a comienzos de los años 70 del siglo XX.
En primer término se observa el interesante edificio del Hospital Materno-Infantil
desaparecido a mediados de los años setenta del pasado siglo.

 

La promoción de las Viviendas Protegidas consistió en una operación realizada por fases, en la que se construyeron cuatro promociones de viviendas además de un equipamiento, destinado a Hospital Materno-Infantil y Escuela de Puericultura que, con una planta muy interesante, planteaba una adecuada disposición de vacíos y espacios verdes, con los que se articulaba la relación con el parque vecino, los espacios públicos de la ciudad y con las propias Protegidas. Un buen edificio sustituido en los años setenta por una nueva construcción que colmató y densificó toda la manzana, eliminando los espacios libres y verdes que proponía el edificio de Maternidad a la ciudad.

El primer grupo de viviendas construido en Las Protegidas fue promovido por el Ayuntamiento de Jaén y consistió en una comunidad de noventa y seis viviendas destinada a funcionarios y subalternos de oficinas municipales, división que produjo dos tipos diferentes de viviendas . Los primeros anteproyectos e ideas de esta promoción son de 1939 y se encuentran firmados por el arquitecto Francisco López Rivera. Sin embargo, el proyecto de ejecución definitivo, datado en 1940, lo suscribe también el arquitecto Julián Laguna Serrano, con el que López Rivera compartía estudio en el número 47 de la calle Alcalá de Madrid . El grupo fue inaugurado con el nombre de Francisco Franco por los ministros Arrese y Girón, que entregaron las viviendas el 15 de mayo de 1944.

El siguiente grupo que se edificó, promovido por la Diputación, tenía ochenta y ocho viviendas destinadas en alquiler para los trabajadores o pensionistas vinculados al organismo provincial. El grupo se denominó La Victoria y el técnico fue el arquitecto Francisco López Rivera que, tras su paso por el Ayuntamiento, se hizo funcionario de la Diputación. Las obras se iniciaron el 30 de junio de 1942 y finalizaron en octubre de 1945. En el lado menor de la manzana se dispuso como equipamiento un pequeño colegio, denominado Santo Reino, que por su escasa altura y orientación, permitía la entrada del sol al interior del patio de manzana, convirtiéndolo en un “jardín y parque para los niños de las viviendas”

Campo de fútbol de la Victoria. Al fondo de izquierda a derecha los grupos de viviendas: La Victoria, C.N.S. y Virgen de la Capilla.
La imagen es anterior a la construcción del edificio de la antigua Escuela de Magisterio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otro de los grupos, denominado José Antonio Girón o CNS, fue promovido por la Obra Sindical del Hogar y de la Arquitectura (OSHA) para trabajadores de dicha organización, también fue sometido al régimen especial establecido por la Ley de Viviendas Protegidas de 1939 según la resolución 1060 de la Dirección General del INV de 3 de junio de 1947. Un número de expediente con el que todavía se denomina a este grupo de viviendas.

La última manzana la promueve el Ayuntamiento de Jaén, su proyectista fue Juan Piqueras Menéndez, técnico vinculado a la corporación como arquitecto municipal. En un primer anteproyecto propone un grupo de ciento doce viviendas que se convertirían en ciento treinta y seis en el proyecto de ejecución definitivo, redactado en julio de 1940. Por su lenguaje, sus proporciones y su morfología, este grupo es el más interesante de las cuatro manzanas que se construyen en el barrio de Las Protegidas. Consiste en una gran manzana de planta cuadrada, dividida interiormente por dos bloques de viviendas que, dejando pasos entre sí, configuran tres patios diferenciados y bien proporcionados. Los modelos arquitectónicos más evidentes de este proyecto son los hof proyectados en Viena por Josef Hoffmann para la administración socialdemócrata de la ciudad austriaca, como el Klosehof en la Philippovichgasse de 1927 o el ubicado en la Laxemburger Strasse, construido en 1931.

 

Alzado y planta tipo del Klosehof, Josef Hoofmann. Philippovichgasse, Viena 1927

 

Como ocurre en los hof vieneses, el lenguaje empleado en las Viviendas Protegidas elimina toda ornamentación regionalista o vernácula proponiendo, en cambio, una retícula homogénea y uniforme de huecos, con el objetivo de normalizar y estandarizar los diferentes elementos constructivos a partir de la repetición de dimensiones y formas que economizan las soluciones empleadas. Sólo en las esquinas se altera la monotonía por medio de terrazas con las que se articula el encuentro en las fachadas laterales de la manzana. El resultado es una arquitectura con un lenguaje racionalista de una notable elegancia y sobriedad.

El conjunto de las Viviendas Protegidas de Jaén representa un ejemplo de arquitectura de vivienda social que, a partir de un programa, con los recursos disponibles y con unas condiciones determinadas, propone un conjunto de soluciones urbanas y arquitectónicas, que desarrollan de una manera unitaria y eficaz todas las funciones del habitar, sin renunciar a conseguir en cada casa, patio o estancia el máximo soleamiento, iluminación y ventilación posible, construyendo de esa manera un modelo de ciudad sostenible, equilibrado y racional.

Consciente del valor de este patrimonio de arquitectura moderna, existente en la capital giennense, la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, comenzó en 2004 un procedimiento para la inscripción colectiva, con carácter genérico, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz; incoación que culminó con la inscripción definitiva en febrero de 2006. La consideración de las consecuencias de esa protección derivó en una serie de obligaciones para la Administración: la de tutelar y apoyar a los habitantes de las viviendas en las necesidades que demandasen, haciendo una apuesta decidida por combinar la modernización de espacios, servicios y funciones con el respeto al patrimonio moderno.

Paralelamente a este proceso de protección, el Pleno del Parlamento de Andalucía, en sesión celebrada los días 28 y 29 de septiembre de 2005, aprobó una Proposición no de Ley, instando al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía a que, dentro del Programa de Arquitectura Singular de la anteriormente denominada Consejería de Obras Públicas y Transportes, se redactaran los diferentes proyectos de intervención necesarios para la completa rehabilitación de las Viviendas Protegidas, con objeto de preservar la trama urbana y su alineación, la actual edificabilidad, su definición arquitectónica y la morfología del barrio, proponiendo que se procediera a la rehabilitación del barrio en su conjunto y de los edificios y viviendas que lo precisasen.

Relación de los patios de las Viviendas Protegidas con los espacios verdes existentes en el centro de Jaén

 

A raíz de la citada Proposición no de Ley se convocaron cuatro concursos de ideas nacional para las cuatro manzanas. Tras participar en los mismos el estudio de Santiago Quesada Arquitectos asoc. ganó con las propuestas para dos de las manzanas: la C.N.S. y la Virgen de la Capilla. A partir de ahí, se establecieron los objetivos básicos que deberían cumplir las intervenciones en las cuatro manzanas de las Protegidas que se resumen en cuatro puntos: facilitar la accesibilidad de los usuarios a las viviendas y a los espacios libres interiores, solucionar las patologías existentes en la edificación para mejorar las condiciones de habitabilidad de los inmuebles, dotar de infraestructuras para la dotación de energías alternativos por medio de la renovación de instalaciones en las zonas comunes y dotarlas de una nuevo aparcamiento racional y funcional, con dotación de una plaza por vivienda.

 

Proyecto de intervención de rehabilitación Grupo C.N.S. de las Viviendas Protegidas

 

A los objetivos anteriores, se unió la intención de relacionar la actuación sobre las cuatro manzanas de las Viviendas Protegidas con el resto de la ciudad, ya que el área constituida por las Protegidas, el Parque y la Estación de Autobuses, forma parte de un todo que construye y define la ciudad moderna de Jaén a través de la arquitectura, convirtiéndose, inexorablemente, en el nuevo corazón de Jaén. El conjunto de todos estos edificios difícilmente se puede considerar como una agrupación de construcciones individuales o aisladas de su entorno, razón por la cual, la propuesta de intervención en el barrio de las Viviendas Protegidas propone construir un nuevo paisaje que constituya un pulmón verde en el centro de Jaén. Pulmón que se configurará aprovechando la baja densidad edificatoria actualmente existente por medio de la conservación, mantenimiento y rehabilitación integral de esta arquitectura de vivienda social realizada entre los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo, adaptándola con los equipamientos y la confortabilidad exigibles a cualquier edificación actual.

Vista interior de la propuesta para el Grupo C.N.S. de las Viviendas Protegidas

 

Las anteriores premisas vertebran la intervención en las Viviendas Protegidas se concretan en las siguientes líneas de trabajo sobre las que se centra el proyecto arquitectónico de rehabilitación:

1.- La accesibilidad de todo tipo de personas y en particular de la tercera edad y/o con diversidad funcional a sus viviendas. Se proyecta la instalación de ascensores en cada uno de los núcleos verticales de comunicación de los inmuebles. Para ello se prevé demoler las actuales piezas de escalera sustituyéndolas por nuevos núcleos de escaleras exteriores que incorporarán los ascensores y que sustituirán a los demolidos. Estos nuevos núcleos se constituirán como elementos claves de la intervención, ya que además de estructurar las circulaciones verticales de los habitantes, servirán de soporte a las nuevas instalaciones comunitarias, a las que se incorporarán nuevas redes de energías renovables, telecomunicaciones, etc.

Topografía del interior del patio del grupo CNS con las torres de acceso a las viviendas

 

2.- Para conseguir la idea de configurar este barrio como un nuevo pulmón verde de la ciudad, será un objetivo primordial de la propuesta en todos los grupos de las Viviendas Protegidas, la ordenación y reurbanización de los espacios libres interiores de los cuatro grupos de viviendas.

Planta tipo de la propuesta del grupo Virgen de la Capilla

 

La intervención en los espacios libres de patios constituye la parte más importante de toda la propuesta, ya que redefinirá el espacio interior como un lugar relación, al espacio libre con aireación y nueva vegetación, iluminación. Un espacio que tiene la voluntad de trascender el ámbito de la manzana para implicar a todo su entorno urbano, convirtiéndose en un nuevo espacio verde que aportará más calidad de vida para los habitantes de esta manzana. Para ello se propone el mantenimiento de la mayoría del arbolado existente y la reintegración del tratamiento vegetal, anteriormente existente, por medio de la reintroducción de árboles de gran porte en los patios de las manzanas que carezcan de ellos.

Vista interior de la propuesta para el Grupo Virgen de la Capilla de las Viviendas Protegidas

 

Bajo la cota peatonal y vividera de los patios se dota a todos los grupos de viviendas con aparcamientos con capacidad, como mínimo, de una plaza por vivienda. Sobre estos aparcamientos se propone la introducción de la zona verde-jardín, anteriormente citada, que tendrá una topografía variada que contribuye a hacer atractiva la estancia en el espacio interior de la manzana. Se consiguen varios objetivos de esta forma: a) separación de zonas de estancia, jardines y recorridos peatonales del tráfico de los coches. b) la superficie de coches queda oculta y en sombra, mitigando los efectos de calor y sofoco, que produce en verano el asfalto y los reflejos de las chapas de los coches.

Vista interior de la propuesta para el Grupo Virgen de la Capilla de las Viviendas Protegidas

 

Los aparcamientos tendrán una serie de aperturas y perforaciones que los conectan con el exterior, favoreciendo la ventilación e iluminación en los mismos y eliminando así la imagen de parking cerrado, poco iluminado y ventilado. Este propósito se ve reforzado por la introducción de la nueva topografía propuesta que, combinada con la inclusión de parterres y renovada arboleda de porte, enlaza con la idea de regeneración de los nuevos espacios verdes de los patios. Se actúa así a distintos niveles dentro de una misma idea general de carácter urbano.

Vista interior de la propuesta para el Grupo C.N.S. de las Viviendas Protegidas

 

Las principales conclusiones que se extraen de este proceso se ha pretendido establecer las bases de trabajo para que la puesta en valor y catalogación de una arquitectura moderna, no tenga por qué suponer un perjuicio para los intereses de sus propietarios, sino que posibilite una actuación coordinada de la Administración, encaminada a realizar las necesarias y urgentes labores de reforma, adecuación y accesibilidad de estas edificaciones, asumiendo además que la arquitectura moderna puede ser un valor añadido de las mismas. Una actuación que propone, en definitiva, que la salvaguarda de las características arquitectónicas, espaciales, tipológicas de una obra del siglo XX no es incompatible con la necesidad de mejorar sus condiciones de habitabilidad, confort y funcionalidad.

 

Jaén, 2007

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LIBRO

 

IX Congreso Internacional de rehabilitación del
patrimonio arquitectónico y edificación, pp. 161-167,  vol. 2, 2008, Sevilla

 

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